En occidente, cada vez es más común encontrar dormitorios y habitaciones con las llamadas camas japonesas. Se trata de los futones, un colchón japonés con más de 2500 años de historia que se coloca sobre una base (un tatami, por ejemplo) o que se apoya directamente en el suelo.

Poco a poco vamos ganando consciencia de lo importante que es dormir bien. Si no dormimos correctamente, además de no descansar lo suficiente y no recuperar toda la energía que vamos perdiendo durante el día, podemos provocarnos dolores de espalda y cervicales.

Estos mismos beneficios también se ven reflejados en los niños, y por este motivo ya existen futones diseñados exclusivamente para ellos, con unos estampados llamativos y divertidos. Muchos padres cuentan en sus casas con futones infantiles en el que sus hijos puedan descansar, pero también jugar y divertirse.

El futon infantil, además de ser una solución para mejorar sustancialmente el descanso de los niños, también se convierte en un nuevo espacio en el que pueden jugar sin estar directamente en el suelo.

Son muchos los expertos que recomiendan el futon como base para el descanso de los niños y también de los recién nacidos. Los motivos son que por un lado, los futones están hechos íntegramente con materiales 100% naturales como el algodón, evitando así alergias e irritaciones. Por otro lado, la firmeza de los futones es muy beneficiosa para la postura de los niños y bebés ya que la columna permanece en la posición adecuada, favoreciendo su crecimiento y su correcto desarrollo.

Además, el algodón natural es un material muy confortable que se amolda perfectamente al cuerpo de los niños y les ayuda a regular su temperatura manteniéndose fresco en verano y cálido en invierno.

El futon se ha convertido en un elemento indispensable para muchos padres que quieren dar a sus hijos más comodidad para jugar en casa o en cualquier lugar, ya que también se pueden enrollar y son muy fáciles de transportar. Otros padres utilizan el futon como sustituto a la cama tradicional para el descanso de sus hijos. Asé, además de favorecer a su desarrollo y su comodidad, también se evitan caídas y permite que los niños desarrollen su autonomía, pudiendo bajar de la cama fácilmente.